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Intervención desmedida por unas lapas.
Al menos eso es lo que piensan los dos vecinos de Puntagorda denunciados por infringir la Ley de Pesca de Canarias, esto es, por coger lapas en una zona vedada al marisqueo, carecer de licencia para ello y exceder el tope máximo de capturas permitidas por persona y día. Estos son los hechos denunciados por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), remitidos en comunicado de prensa y posteriormente reproducidos en algunos medios que se hicieron eco de la denuncia.
En el mismo comunicado, el Seprona enmarca la denuncia como una más de la campaña de verano orientada a prevenir el furtivismo y la pesca ilegal, gracias a la cual decomisaron, en unos15 días, 114 kilos de lapas en diferentes zonas de la Isla (a los vecinos de Puntagorda se les decomisaron 7 kilos a cada uno), que fueron entregados por los agentes en un Hospital de Santa Cruz de La Palma para su consumo.
Los denunciados por su parte alegan que en ningún momento tuvieron la intención de infringir normativa alguna y que nunca fueron conscientes de estar dentro de una zona prohibida o vedada y de que su acción conllevara multa. De hecho, cuando el helicóptero de la Guardia Civil les sobrevoló no imaginaron que iban a por ellos, pues como estaban en una zona de difícil acceso conocida como Roque de los Molinos, pensaron que había ocurrido algún tipo de accidente o que los agentes procedían al rescate de alguien que se había desriscado por allí cerca. No es habitual ver al helicóptero de la Guardia Civil que tiene que desplazarse desde Tenerife. Es por ello que juzgan desproporcionados los medios empleados para un caso como el suyo, que puntualmente ese día se decidieron a coger unas lapas.
Tras el demoledor sobresalto del helicóptero pasaron al posterior desconcierto con los agentes que decomisaron las lapas que habían cogido, pues estos pasaron de decirles que estaban en una zona acotada en la que el marisqueo estaba restringido a ciertos días y cantidad por persona a rectificar posteriormente que en la misma zona esa actividad estaba totalmente prohibida. Los denunciantes deducen que ni los propios agentes pueden precisar el tipo de restricción que la normativa establece para la zona en la que estaban. Falta de precisión que quedó reflejada en la redacción de la propia denuncia, pues en la misma no se aclara que hecho delictivo estaban llevando a cabo al no concretar el tipo de zona.
La cantidad de lapas decomisadas constituye otra imprecisión, pues en la denuncia no figura la misma y las lapas no fueron pesadas delante de ellos en ningún momento. Posteriormente, en el comunicado de prensa del Seprona se incluye su denuncia y la cantidad de lapas decomisadas durante 15 días de campaña. Tras su publicación en algunos medios, los denunciantes también se sienten víctimas de algún que otro malentendido, pues no se aclara lo suficiente que la cantidad total de lapas decomisadas no se corresponde con la cantidad que se les retiró a ellos.
Tras la mala experiencia, piensan que la mera publicación de la normativa en el BOC no es suficiente para el ciudadano de a pie, pues recabando información se dirigieron a algunos organismos y nadie les supo indicar los periodos de marisqueo, ni que tipo de restricciones existen en la zona donde les requisaron las lapas. Además, en la propia zona, frecuentada por lugareños, no hay ningún panel que informe de la prohibición, como los que sí se colocaron en la Reserva, por ejemplo.
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http://www.lavozdelapalma.com/2011/10/03/intervencion-desmedida-por-unas-lapas/
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