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a veces las profundidades están tan lejos y tan vacías
que las palabras resuenan en el fondo del alma
aunque miles hagan guardia
no hay nadie que pueda moverse en la oscuridad
son esos momentos en una primavera muerta
y el invierno cierra puertas
los puentes parecen levantados, incluso los oídos entonces amortiguan casi todos los sonidos del exterior
sin embargo los sonidos conectados al corazón suavizan los pequeños sentimientos en los fríos bancos de niebla
a la deriva en una melodía que reconoce el ritmo de la respiración sin límites, estira y suaviza el momento.
Concedo a todos un fragmento así cuando reina la noche donde un violín vibra inmóvil en una suave brisa.
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