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Nos guste o no, el viento a menudo levanta polvo en el corazón.
Contamina el deseo, apaga la luz y embota los ojos, ciega los sentimientos
A veces voy a la deriva y no sé por qué entonces el día elige su propio plan que la mente no puede seguir
y me priva de una sola sonrisa, o me encierra con un poder oscuro, como si sólo quisiera excluirme de los demás.
En un día así suelo carecer de una palabra clave. Hay un sello en mis labios.
Pero ahora pienso que este camino vago, aunque no amado, también forma parte de mi vida.
Nos guste o no, el viento a menudo levanta polvo en el corazón.
Contamina el deseo, apaga la luz y embota los ojos, ciega los sentimientos
A veces voy a la deriva y no sé por qué entonces el día elige su propio plan que la mente no puede seguir
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y me priva de una sola sonrisa, o me encierra con un poder oscuro, como si sólo quisiera excluirme de los demás.
En un día así suelo carecer de una palabra clave. Hay un sello en mis labios.
Pero ahora pienso que este camino vago, aunque no amado, también forma parte de mi vida.
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